Entre el 4 y 6 de julio A Coruña será la anfitriona del  IV Encuentro Ibérico de Democracia y Presupuestos Participativos.

La ciudad gallega será en verano el punto de concurrencia de autoridades locales de distintas municipalidades de la península ibérica y  delegaciones extranjeras invitadas. Esta es la cuarta edición del encuentro más relevante de la región en materia de democracia participativa.

Los Encuentros Ibéricos reúnen cada dos años a representantes de municipalidades ibéricas, entidades sociales especializadas y miembros de la comunidad académica, con el objetivo de poner en común experiencias destacadas en torno a la democracia y los presupuestos participativos.

La democracia participativa

La democracia participativa ha cobrado más atención en los últimos años. La respuesta de este fenómeno va más allá de una simple moda o de un nuevo modelo que viene a sustituir al actual. La irrupción de la democracia participativa en el imaginario colectivo está vinculada a la crisis de la representación y el parlamentarismo. En otros términos, la desconfianza hacia representantes políticos y la manera en que se diseñan las políticas públicas ha generado alternativas democráticas; nuevas mecanismos y fórmulas de gobierno donde la ciudadanía pueda estar presente.

¿Acaso este constante incremento del descontento hacia representantes políticos se traduce como una aversión al propio ejercicio político? La pregunta concreta sería ¿Odiamos la política? Un estudio[1]reciente, titulado con esa pregunta, procura responder a esa gran interrogante y apuntar a que, fruto de ese desprecio, pueden estar surgiendo alternativas democráticas e iniciativas que fortalezcan los espacios de participación y toma de decisiones.

En esta línea, la democracia participativa surge como complemento al modelo de  democracia representativa. Desde la teoría se entiende como un modelo democrático para que la ciudadanía amplíe los espacios de decisión e intervención desde su territorio para su comunidad. Además, este modelo democrático con su apellido participativo,funciona también como interpelación a la democracia (representativa) establecida.

El modelo participativo se manifiesta a través del conjunto de mecanismos que abre espacios de participación para la ciudadanía. Hay una gran variedad de maneras de concebir y aplicar la democracia participativa. Y también hay distintos canales o ámbitos por las que pueden surgir iniciativas democráticas participativas.

Los presupuestos participativos

Uno de los mecanismos, que también herramienta, de participación que pueden incluirse dentro del modelo de democracia participativa es el presupuesto participativo. Este  mecanismo de redistribución del poder de decisión está siendo incorporado en un extenso número de territorios en el mundo.

Concretamente, un presupuesto participativo consiste en que la ciudadanía, a través de un proceso de diagnóstico y diálogo, decide en qué y de qué manera se invertirá una determinada partida presupuestaria. En otros términos, es abrir un proceso en el que la propia ciudadanía es la que decide cómo se gastarán los presupuestos de su localidad. Habitualmente del presupuesto general de cada municipio se destina un porcentaje menor para decidir su inversión de manera participativa.

Como se recuerda constantemente, el presupuesto participativo no es una fórmula mágica o infalible para generar comunidades democráticas y armónicas. Partiendo de la base de que hay muchas formas de desarrollar un presupuesto participativo dentro de una localidad, se deduce que existirán distintos procesos y resultados. Cada presupuesto participativo responde a las propiedades de cada comunidad y configuraciones de cada territorio.

Por lo general los presupuestos participativos suelen conllevar una serie de elementos positivos: que su puesta en marcha ampliará la implicación de la ciudadanía en la vida pública, que aumentará la transparencia en la administración y la rendición de cuentas. Desde un enfoque más amplio, la inclusión de esta herramienta permite democratizar la propia democracia.

Desde luego, como se ha mencionado hay muchas tipologías que varían en función del origen de cada iniciativa, del diseño del propio proceso y de la implicación de las partes. Cabe mencionar otra consideración en esta línea: por denominar “presupuesto participativo” a algún proceso de consulta, no significa que éste sea  participativo. La ciudadanía debería estar implicada durante el diseño del propio proceso y establecer un compromiso vinculante sobre las decisiones.

 Presupuestos participativos en la península Ibérica

La genealogía de los presupuestos participativos suele ubicarse en Porto Alegre (Rio Grande do Sul, Brasil). Esto no significa que en décadas anteriores y en distintos territorios no hayan existido sistemas y experiencias relevantes en materia de participación ciudadana. Durante el año 1989 en la ciudad brasileña surgió la base metodológica e inspiracional de los presupuestos participativos aplicados, por ejemplo, en la península ibérica.

El salto, desde Porto Alegre en 1989, al resto del mundo ha sido paulatino. En Europa, es en torno al año 2001 cuando comienzan abrirse procesos de presupuestos participativos. En la  península ibérica surgen desde Andalucía y Cataluña experiencias paralelas que con el tiempo irán expandiéndose  hacia otros territorios hasta alcanzar otras comunidades y grandes ciudades. En Portugal, año 2001, se inicia la primera experiencia en la ciudad de Palmela, hasta convertirse, en el 2016, en el país europeo con más procesos de presupuestos participativos en marcha y siendo su capital, la primera capital europea que ha puesto en marcha este sistema de participación.

Un elemento fundamental para el fortalecimiento de la democracia y presupuestos participativos es el propio conocimiento de las experiencias acontecidas y activas. Como se ha mencionada el abanico de experiencias es muy amplio, por ende hay una amplia variedad de metodologías. Para profundizar en otras experiencias, se propone hacerlo Viajando por los presupuestos participativos,un estudio[2]que recoge y analiza las propiedades de  distintos casos por diversos territorios del mundo.

Por lo tanto, en la medida en que puedan conocerse buenas prácticas y establecerse consensos sobre los beneficios de estas herramientas podrán afianzarse y expandirse mecanismos en defensa de lo local y la puesta en marcha de procesos participativos que fortalezcan la democracia.

Encuentros Ibéricos de Democracia y Presupuestos Participativos

En este sentido, se pusieron en marcha los Encuentros Ibéricos de Democracia y Presupuestos Participativos La proximidad cultural y geográfica, y en especial el recorrido común en materia de democracia participativa, han generado la voluntad de encuentro y diálogo entre los territorios locales de España y Portugal.

Aunque desde 2010 se ha abrió una agenda común, ha sido en 2012 en Odemira (Alentejo) la celebración del primer encuentro, seguido de Mollina (Málaga)municipio anfitrión del segundo encuentro. El último encuentro se celebró en el  2016 en la ciudad portuguesa de Punta Delgada (Açores) y contó con representantes de distintos ayuntamientos, instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil de España y Portugal, abordando distintos ejes y dejando un espacio para la confluencia con representantes locales de América y África.

El próximo Encuentro, será en la ciudad de A Coruña, elegida en la primavera de 2016, como anfitriona  del IV Encuentro gracias al compromiso del gobierno local  y  el esfuerzo realizado por  implementar  políticas innovadoras en el campo de la participación ciudadana y la democracia directa. El encuentro se llevará a cabo entre el 4 y 6 de julio, en el que se esperan visitas de autoridades locales, organizaciones de la sociedad civil e instituciones académicas de la península ibérica para compartir experiencias y poner sobre la mesa diálogos sobre los procesos participativos en los territorios de ámbito local.

Los Encuentros Ibéricos de Democracia Participativa participa en un estudio de casos múltiples que se está realizando desde Andalucía para conocer los mecanismos para la eficacia, autonomía y sostenibilidad de distintas redes de conocimiento que operan en el ámbito de la  cooperación descentralizada para el desarrollo humano local mediante el análisis de funcionalidades e identificación de buenas prácticas. Los avances de la investigación y los resultados pueden ser consultados en la web del proyecto.

[1]Ernesto Ganuza y Joan Font (2017) ¿Odiamos la Política? (IESA/CSIC). Documento desarrollado en el marco del proyecto ¿Por qué odiamos la política? (PRY079/14)
[2]Allegretti, G., Garcia Leiva, P., & Paño Yanez, P. (2011). Viajando por los presupuestos participativos: buenas prácticas, obstáculos y aprendizajes  (CEDMA) (versión en línea)